Rodrigo Monayar Armella — Algunos especialistas en escenarios futuros ya están tratando de definir a la generación que vendrá después de la “Z” y de los Centennials.
Uno de ellos, Mark McCrindle, un investigador social y consultor corporativo en Australia, ha intentado lograr una lectura sociocultural de como serán éstos protagonistas de los post Generación Z, conocidos, hasta ahora, como Generación Alfa.
El investigador asegura que estará conformada por los nacidos entre el 2010 y el 2025 y que será, históricamente, la generación con más educación formal, la más equipada a nivel tecnológico y la que se concentrará, mayormente, en mercados emergentes y países en desarrollo. Si bien McCrindle reconoce que puede ser apresurado definir a una generación que aún hoy está en pañales o no ha nacido, hay indicios claves que que se pueden analizar para arriesgar algunas predicciones.
Para ésto, es necesario basarse en atributos y características de la generación Z, actuales o futuros padres de los Alfas, y así generar algunas hipótesis de como serán criados éstos últimos. En este sentido, se puede arriesgar que crecerán en ambientes altamente tecnologizados, criados dentro de familias pequeñas, por padres cambiando frecuentemente de trabajo y/o vocación.
Desde una perspectiva más amplia, implica que manifestarán un diversidad sin precedentes en casi todas las dimensiones de estudio que le importan a las marcas. Desde étnica y de procedencia hasta de ingresos y de conformación familiar. La posibilidad de un entorno tan tecnologizado hace suponer que estarán frente a pantallas desde edades muy tempranas. No será sólo a manera de entretenimiento, sino también como elemento educativo y formador. Una consecuencia probable es que tendrán dificultades para considerar a la tecnología como algo separado de ellos mismos, su autopercepción o identidad.
Esta omnipresencia de lo informatizado, sobre todo en sus años formativos, aumentará su cultura digital, la ludificación del aprendizaje, la creatividad. la educación y el autocuidado.
Su etapa de estudios superiores estará guiada por el deseo de aprender y trabajar, mientras que en su etapa profesional explorarán al máximo lo que consideren que los apasiona, priorizando su salud psíquica.
Sin embargo, como generación, también deberán lidiar con su poca capacidad de atención, acceso a educación inequitativo, largos períodos de desempleo y etapas de incertidumbre de todo tipo.
Rodrigo Monayar Armella — Strategic Brand Planner
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