La Superliga del Fútbol Argentino se funda en 2017 como una asociación encargada de la organización del campeonato de Primera División, máxima categoría oficial del fútbol argentino. Esta nueva estructura conducida por Mariano Elizondo, propone “orden, trabajo profesional y transparencia” y comienza a funcionar a partir de la temporada 2017-2018. La consultora que se ha encargado de realizar esta nueva identidad ha sido FutureBrand, con sede en Buenos Aires.
“Desarrollamos una marca que lleva la fuerza del Fútbol Argentino, y al mismo tiempo es tan sobria como debería ser cualquier liga de excelencia. La idea: Una marca explosiva que representa el nacimiento de una nueva era bajo el concepto Big Bang. Resumimos en un símbolo la anatomía de una bola y un planeta que, combinado con el pentágono de la típica pelota argentina, resultan en una marca gráfica visualmente explosiva, una marca que contiene la paleta de colores nacionales y una temperatura de color neutra, que es también una referencia a la galaxia; Donde nacen todas las estrellas”
“El símbolo gira, emulando el movimiento de un balón de fútbol, viajando de izquierda a derecha. Siete partes; 7 días a la semana es la pasión por el fútbol, siete es el número para la perfección. El contenedor cambia de color de acuerdo a la propia paleta de colores de los equipos para crear empatía inmediata entre la ‘hinchada’ y SAF, el organismo democrático que será el encargado del orden y de la democratización de los clubes de fútbol argentinos.”
Conclusiones. Una marca que está a la altura de las circunstancias, tanto del comitente como de la Consultora que desarrolló el Programa, que en poco tiempo (60 días) generó un concepto interesante para desarrollar, un universo de recursos identitarios para conformar una marca diferencial y una prolija ejecución en sus primeras aplicaciones.
La estrategia de identidad se alinea con marcas de las Ligas de referencia, y se podría inscribir en el mismo tipo marcario que la Liga Santander de España, la Serie A de Italia o la Liga 1 de Francia, la conjugación de un símbolo referencial y un logotipo a tono.
En este último punto surge el apunte: La elección del acrónimo SAF como el elemento principal en lugar del nombre Superliga, que se inaugura para esta competencia. Suponemos que la estrategia seria reemplazar paulatinamente un nombre por otro, pero entendemos poco probable que se termine denominando “la SAF” a una competencia que hoy se nombra como el Torneo, el Campeonato o en el mejor de los casos, la Superliga. Se instala entonces una distancia entre el nombre verbal del sujeto y su signo identificador al no haber un anclaje natural entre ambas partes. Veremos si el tiempo y la ejecución constante logran naturalizar esta relación entre ambos.
En resumen, una marca muy bien ejecutada y lograda en cuanto a la visualización de los conceptos propuestos, con recursos necesarios para diferenciarse dentro de la categoría y que pone a la Superliga argentina, dentro del ámbito marcario, a la par de las grandes ligas del mundo.